El Bien es considerado en los comics de Spiderman como la lucha contra el Mal. El Mal, la mayoría de las veces, es el resultado del desconocimiento, del error o del ansia de poder desmedido.
Por ejemplo, Spiderman baja a un gatito de un árbol, pero también lucha contra el supervillano con la misma energía. De hecho, su mayor contribución al bien no la hace como superhéroe, ya que es perseguido por la policía y los periódicos, sino como sobrino, ayudando a la tía May.
El Bien no es algo abstracto en la filosofía spidermaniaca, sabe que tiene que estudiar, sabe que tiene que ayudar a la tía May, sabe que tiene que luchar contra los supervillanos. Y ese hacer el Bien resulta en un síndrome de burnout visible en nuestra sociedad. El egoísmo de algunas nuevas filosofías buenistas que anteponen el bien propio al común parece que le vendría bien, pero entonces nos perderíamos lo mejor.
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